jueves, 18 de marzo de 2010

Expropiar la plaza

Mi condición de no sólo haber nacido y sido criado -al igual que mi padre, abuelos y bisabuelos- en los alrededores de la matriz o útero de la patria venezolana y de Suramérica me da el derecho de exigir a los señores alcaldes de Caracas (morrocoyes con muletas) las siguientes “expropiaciones” antes del 19 de abril de 2010, día principal del Bicentenario de Venezuela.
Por orden de antigüedad deben sacarse de la plaza a la camada de personas que entre las esquinas de Torres y Gradillas, adosados a la baranda, mantienen una “franca parada” en la que se venden prendas usadas de cualquier procedencia. Deben continuarse las “expropiaciones” contra los religiosos de la esquina de la Torre, cuyos ruidosos equipos invaden este sitio privilegiado aglomerando siempre a una cantidad de personas. No temo en solicitar como tercera “expropiación” la que debe hacerse a los compañeros camaradas del Psuv quienes con mucho escándalo la ocupan, molestando la circulación de los peatones.
Igualmente debe procederse con los señores que durante el día y la noche tienen una venta de comida en la esquina de Principal, adjunta a la Casa Amarilla, donde se cocina durante la noche los sabrosos fritos; bofe y vaso imitando lo que hizo por muchos años el Bar “El Yoyo”, frente al cuartel San Carlos.
Con mucho dolor debe ser cambiada a la plaza Andrés Eloy Blanco, antiguo telégrafo de San Mauricio, la señora que en medio de la vía afeita barato (10 bolívares) a todos nosotros los viejos, ya que no es un buen espectáculo y ocasiona sucio.
Debe ser prioridad que los señores alcaldes coloquen definitivamente un grupo fijo de policías que no solo impida el establecimiento de estos buhoneros, sino que también llame la atención decentemente a las parejas de jóvenes que practican conductas indecentes en las bases de la estatua del héroe máximo.

Norman Rodríguez Martínez
Residente de San Bernardino

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