Día del Radiólogo

Hablar del 8 de noviembre es referirse al Día del Radiólogo como fecha memorable.
Es de recordar que a nuestros colegas en su formación, en tiempo pasado, se les exigía un año de estudios para titularse como técnico radiólogo. En ese momento no se profundizaba -como hoy- sobre los efectos de las radiaciones ionizantes, pero era una época brillante en el sentido del servicio.
No se concientizaba a la clase servidora sobre los riesgos de la profesión y tenemos que mencionar a la clase dominante y sus viejas prácticas hacia los trabajadores cuando se adueñaban de los medios de producción por ser estos equipos de muy alto costo.
Cuántos colegas habrán dejado hasta su vida por el adelanto de la ciencia y honrar así a Wilhelm von Roentgen, quien el 8 de noviembre de 1895 hizo el descubrimiento y lo llamó rayos X por no saber su naturaleza. Eso es recordar la historia.
En tiempos de la dictadura había un radiólogo, en su sentido laboral, servicial y responsable, quien tenía un equipo portátil marca Picker que fue introducido al mercado en la Segunda Guerra Mundial.
Ese señor con su equipo comprado con su trabajo llegó a servir hasta en el despacho del general Marcos Pérez Jiménez, donde efectuó estudios de radiología a domicilio.
Al finalizar el estudio y entregárselo al general, este le decía: "Pídame una gracia, don", y el técnico ruborizado le respondía: "Lo que usted diga, mi general". Qué pulcritud para la época; otro hubiera pedido hasta un castillo.
Ahora nos graduamos de técnicos superiores en radiología. Luchemos para lograr la licenciatura.
Antonio Salas
antoniosalas13@hotmail.com