En el tema de la atención a los usuarios estamos muy, pero muy graves, ya que la mayoría de las personas que laboran con público no tiene vocación de servicio, sino que está en esos puestos de trabajo por necesidad de tener un quince y un último y otros beneficios dependiendo del sector donde se ubique, bien sea privado o público.
Al ser privada la empresa, se supone que tienes la garantía de ser bien atendido sin pensar en discriminación por edad, color o estatus social, entre otros.
En el caso de los entes públicos, las personas que allí laboran con clientes son agresores verbales y a veces físicos de los usuarios de los distintos servicios que ofrecen. Pareciera que nunca fueran a llegar a la tercera edad, o que no tuvieran familia, o mejor aún, que nunca necesitarán del mismo servicio que ofrecen.
Ese es un problema de cultura que nos afecta a todos por igual. Ni hablar del mal uso de una herramienta tan buena como el celular, que es el medio de comunicación y distracción de la sociedad en general: todos, pero todos, están ocupados enviando mensajitos de textos y pines.
Debemos tomar conciencia del trabajo que realizamos. Tenemos que pensar que debemos tratar bien a los usuarios ofreciendo una respuesta efectiva, eficaz y precisa, con soluciones rápidas. Yo aplico un eslogan que me ha resultado de las mil maravillas: “Yo trato como quiero ser tratada”.
Keyna Cáceres
TSU en Turismo, taxista y habitante de la Urb. Bicentenario (Km 5 de la carretera Panamericana)
keyna_c@hotmail.com.
lunes, 6 de diciembre de 2010
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