Siempre he sostenido que a mi edad de nada vale acumular temores y es por lo que me atrevo a elaborar este artículo solicitando el respaldo de los ciudadanos de nuestra capital a fin de lograr un parao a este desagradable problema que hoy nos afecta: la escupidera sin respeto.
Ocurre que en las zonas más populares de nuestra Caracas, como terminales de La Hoyada, terminales de Petare, estación del Metro de Plaza Venezuela y avenidas Baralt y Fuerzas Armadas, entre otras, una gran cantidad de hombres en su andar diario escupen a diestra y siniestra, sin ningún control ni consideración con las demás personas.
Desde hace muchos años conocí un adagio muy criollo según el cual "el hombre macho escupe por el colmillo" y esta creencia se ha acentuado en los niños desde los 7 u 8 años en adelante hasta los 20 años aproximadamente y sobre todo en los pueblos de Barlovento y Oriente.
Tuvo Venezuela hombres que eran sumamente educados y que acostumbraban aconsejar a nuestros habitantes sobre las normas de cortesía en nuestras ciudades y la forma de utilizar las aceras: dando el paso a las damas y a los señores de la tercera edad y censurando el acto de escupir en la calle. Entre ellos destacaba el general Francisco Linares Alcántara, ex presidente de la República.
En algunas oportunidades estos señores escupen con descuido y llegan a ensuciar a otros peatones y en otras ocasiones lo hacen sobre el piso donde han de pisar ellos mismos o las demás personas. Es un acto cochino y desagradable.
Es tiempo de que los padres, maestros y las comunidades enseñen a nuestros niños las normas de cortesía y la forma de actuar en la calle, pues hay que tener consideración con las demás personas.
Norman Rodríguez Martínez
Habitante de un geriátrico
norman.rodriguezmartinez@gmail.com.
martes, 7 de junio de 2011
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