No entiendo la razón por la cual algunos padres (hombres), cuando se separan toman el rol paterno muy deportivamente y se olvidan de los hijos; creen que su tarea se limita a pagar el colegio, comprar los estrenos decembrinos, compartir 24 o 31 de diciembre con los hijos si es que pueden, y de vez en cuando llevárselos al cine o pasar las vacaciones y que juntos, porque esto en ocasiones significa llevarlos al hogar paterno y dejarlos al cuidado de los abuelos hasta que les toca regresar al seno maternal.
Luego se esfuman porque tienen una habilidad para desaparecer que sería la envidia de los soldados en acción; pareciera que se extravían en medio de las más tupida e intrincada selva, sin tecnología de ningún tipo, ni tan siquiera una brújula que les indique cómo llegar donde están sus hijos, no se comunican ni por señales de humo, ni siquiera los hijos logran ubicarlos. Casi hay que buscarlos con la CIA o la Interpol.
No sé si es que les molesta compartir responsabilidades con la ex o que ésta haga caso omiso de sus esperanzas de reconciliación o que piensan que los hijos siempre estarán allí, sanos, contentos, felices, esperando el momento en que su bienamado padre tenga un ápice de tiempo para dedicárselos.
Porque ese es el otro detalle, los hijos aman y adoran a esos padres y cualquier presente o momento que éste les dedique es de gran felicidad quizás por lo poco que se ven.
Si las mujeres podemos ser madres/padres a tiempo completo, esté o no presente la figura paterna en el hogar, ¿por qué los padres no pueden dar tiempo de calidad?
No es tan necesaria la cantidad con que le dediquen unos minutos a hablarle por teléfono, al menos un día de por medio, a visitarle y compartir en el hogar un rato, si no hay dinero para llevarlo de paseo no importa, es la presencia lo que el niño requiere, es sentir el calor humano de ese padre que por equis circunstancia no puede estar presente todo el tiempo, pero -a pesar de todo- le demuestra su afecto, su atención, su interés por compartir esa aventura de crecer, porque es en la infancia que los padres deben estar presentes, no mantenerse al margen dejando que mamá/padre haga todo el trabajo y cuando ya está grande y criado entonces sí recuerdan que tienen hijo, eso no se debe hacer.
Padres, háganse presentes, sus hijos los necesitan, los extrañan, los aman y siempre están a la espera de un mensaje o una llamada, algo que les haga sentir que ahí está su papá, y lo que es más importante, que los ama por encima de todas las cosas.
Sé que hay padres que sí son responsables y consecuentes con sus hijos, vivan o no con ellos. Pero esa es una minoría.
Para esos padres vayan mis felicitaciones, continúen así y si conocen a alguno que se asemeje a lo descrito aquí, seguro que no será coincidencia.
Vilma Centeno
Comerciante
Habitante de La Vega
vilma_centeno@hotmail.com
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