La reciente recuperación y mantenimiento de las edificaciones históricas y emblemáticas del centro de la ciudad por parte de las autoridades municipales es digno de reconocer porque esa zona llevaba años en completo abandono. Dicha acción debe mantenerse en el tiempo y todos los caraqueños debemos contribuir con ello arduamente.
Atendiendo lo anterior cabe preguntarse el por qué si se viene haciendo un trabajo de rescate, rediseño y mejoramiento de plazas y caminarías de ese sector de Caracas esa labor se echa por la borda al colocar elementos invasivos visualmente en una plaza de tanto significado como la plaza El Venezolano con la colocación de ese mamotreto gigantesco que parece un cohete a punto de salir disparado.
Ese monumento horrible que fue puesto allí en conmemoración del Bicentenario rompe la armonía decorativa de la plaza, que es de un diseño colonial hermoso y sencillo. No hay que ser un diseñador de exteriores consumado o un renombrado arquitecto para percatarse de que esa especie de "obelisco" no luce para nada atractivo ni le da un toque vanguardista a la plaza.
¿Dónde queda la función de Fundapatrimonio al permitir que ese objeto haya sido colocado de manera arbitraría e inconsulta en esa plaza de tanto significado para la ciudad por formar parte del entorno de la casa natal del Libertador? Señores autoridades hay un principio en el mundo de la moda que dice así: "Menos es más" y el mismo puede ser aplicado en otras áreas como la decoración de espacios exteriores, que por cierto para nada fue tomado en cuenta en la redecoración de la plaza.
Sí el propósito era redecorar la plaza o darle un aire nuevo lograron el efecto contrario. No conozco a ningún caraqueño que opine bien de la obra. Así que sería conveniente que reconsideraran quitarlo de allí y trasladarlo a otro lugar más acorde donde puede ser apreciado porque como dicen por ahí hay gusto para todos.
Miriam Cuevas
Internacionalista
Manicomio/La Pastora
mairimc27@yahoo.com
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