En estos días de reposo y poco afán la idea de refugiarse en la lectura es una decisión placentera para los que, de alguna manera, prefieren la tranquilidad y el sosiego de la ciudad.
Uno de los libros que cayeron en las redes de ese remanso de paz lleva por título Guararé, el cual forma parte de la colección Vértigo de Ediciones B, Venezuela.
Desconozco los otros ejemplares de dicha colección, pero este en particular, escrito por la pluma de Wilmer Poleo Zerpa, no tiene desperdicio. Cada línea, cada párrafo, cada capítulo te convierte en el Sherlock Holmes vernáculo.
Cuando al pasear por esa descripción certera, realista y conmovedora de la cotidianidad en los sectores populares, te hace pensar que allí hay todo un mundo por explorar, conocer, entender y respetar.
Esos personajes que danzan en su habitabilidad son iguales a cualquier ser que viva en otro sector de la ciudad con sus amores, desvelos, sufrimientos, alegrías y formas de darle sabor a esa vida.
Casi sin pensarlo, te transformas en el propio detective y quieres que la imaginaria investigación se acerque a la realidad del final. Es una lectura que no puedes detener porque el autor teje con tal fineza la trama que hasta las arañas quedan aprisionadas en sus propios hilos. Esta lectura atrapa, en consecuencia, los seguidores de este género encontrarán en esta narrativa criolla un protagonismo diferente.
La doble vida de uno de los personajes rompe el molde cuando al final todo queda al desnudo, sin contemplaciones, el estupor, la duda, la lástima, el no saber qué decir pululan como fantasmas en el desenlace.
Por eso a su autor le manifestamos que su novela policial tiene Guararé.
Dulce María Carpio
Lic. en Educación
Hab. El Rosal. Chacao
dulcecarpio@gmail.com
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