jueves, 21 de febrero de 2013

Entre la impunidad y el desorden



En los últimos tiempos, la norma que parece reinar en Venezuela es la impunidad y el desorden. Una no entiende cómo en un país que tiene un ordenamiento jurídico compuesto por una infinidad de
leyes, ordenanzas y reglamentos, que regulan un sinfín de actividades cotidianas de nuestra vida, éstas no son tomadas en cuenta. Nada más basta ver la actuación de las autoridades ante la violación de la norma; las mismas se hacen la vista gorda y, en el peor de los casos, se convierten en infractores vulgares y silvestres sobornando a los transgresores.
La tragedia del desorden y el irrespeto a las leyes en este país es de tal magnitud que dicha conducta errada se ve reflejada en los altos índices de violencia ciudadana (asesinatos, robos, atracos, etc.).
Violencia y delincuencia existen en cualquier país del mundo, pero el problema en Venezuela se le ha ido de las manos al Estado. La inexistencia de políticas públicas  en materia de combate del delito y de seguridad personal han propiciado que el ciudadano de a pie se acostumbre y adopte como normal transgredir las leyes y las mínimas normas de convivencia. Aquí todo el mundo hace lo que le da la real gana, en vista de que no reciben sanciones. Muchos ciudadanos son del pensar que si el policía tal o el diputado o el juez, etc., se apropia indebidamente del dinero público, mata a otro sin ser castigado o se aprovecha de su condición de hombre que imparte ley para sobornar y liberar a culpables.
Si ellos se comen una simple señal de tránsito o como funcionario público tratan mal a los ciudadanos, nadie puede castigarlos por ello, porque aquí la ley que vale es la del más vivo y la del más fuerte.
Ante un panorama nada alentador, esperamos que las autoridades serias –que sí las hay, aunque son las menos visibles– tomen medidas coherentes y a largo plazo para darle solución al problema de impunidad hoy presente en el país. 
Los venezolanos estamos agotados de planes y medidas coyunturales que no han hecho si no incrementar el caos, el desorden y el agravamiento de la situación. Ya es hora de que lo que se imponga en Venezuela sea la premisa de la Ley y el Orden.

MIRIAM CUEVAS
Internacionalista
La Pastora
mairimc27@yahoo.com

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