Más allá de la inseguridad hospitalaria

       Conociendo las políticas antidelictivas del Gobierno ya se desplegó un contingente de guardias o policías nacionales en algunos centros de salud para aplacar la desesperación de galenos y pacientes. Pero ¿qué pasa realmente en los hospitales? Lo mismo que sucede en toda Venezuela, no se interviene con eficiencia sobre los factores estructurales, situacionales e institucionales del crimen.
        Según el Gobierno, Venezuela ha dado saltos estructurales en materia de empleo, educación, deporte y equidad social, entre otros. Pero si sumamos todos esos avances, el resultado no puede ser una sociedad inmersa en el crimen. Es imposible.
        En materia situacional, el crimen en Venezuela se intensifica al mismo tiempo que las invasiones, el descontrol de las motos o el déficit de convivencia se desbordan en ciudades y zonas rurales.
       Y en cuanto a las instituciones, la impunidad reinante, la corrupción policial, el ocultamiento de estadísticas, la partidización del sector público, son algunos ejemplos de la inexistencia de una fuerza capaz de contener o disuadir el crimen.
       Mi reflexión: el problema del crimen en Venezuela es que durante años se ha trabajado sobre sus efectos y no sobre sus causas. Ahora, los mismos policías que pudiesen resguardar por un rato los hospitales también se necesitarán en otros centros como universidades, residencias o transporte público.
      ¿Tiene un alto costo político para el Gobierno abordar las causas elementales de la violencia? Creo que sí. ¿Cómo intervenir en la raíz del crimen sin vulnerar los derechos fundamentales y conservar el apoyo popular? No es tarea fácil, pero llegará el momento en que las satisfacciones obtenidas en base a la anarquía tendrán que caducar en beneficio del restablecimiento de la norma social.

Wilmer Téllez

Investigador en Ciencias Sociales

wtellez@ovecc.org