Una tarde buscando pan, salí desde El Valle hasta Los Jardines, casi llegué a Coche y no conseguí las codiciadas “canilla”, y me llamó poderosamente la atención que en todas las panaderías ya comienzan a vender solo dos panes por persona.
Lo más extraño del asunto es que todo se debe a una supuesta escasez de harina, pero lo que no termina de encajar en esta situación es ¿por qué cuesta tanto que saquen el pan que la gente consume mucho más a diario como los son los llamados pan canilla, campesino, sobado y francés? ¿Si hay escasez de harina que impide sacar el pan canilla (que más allá de ser el favorito de las familias es el que se ajusta al bolsillo de ellos) por qué no dejan salir otros?
¿Por qué si hay para sacar pan de mantequilla, pan de guayaba, pan gallego y todo tipo de pan que no es común adquirir?
¿Será que es más fácil dejarse llevar por la viveza criolla y ganar Bs 180 por un pan de mantequilla (que no te establecen límite por persona) que ganar Bs 30 por un pan canilla?
Tal vez muchos panaderos tendrán y/o buscarán una respuesta a todas estas dudas a su favor, pero no suena muy coherente ir a una panadería y que te digan que no hay canillas, pero sí hay pan que sobrepasa el gasto que pueda tenerse para este rubro con otra variedad.
Tenemos áreas de nuestro país que en efecto enfrentan circunstancias de escasez, pero hay muchas otras que sabemos que no es más que manipulación y aprovechamiento.
Debe la institucionalidad competente comenzar a meterle el ojo a esta situación, que por carencia de acción, desconocimiento y muchas veces resignación a dejar que se “haga lo que al otro le parezca”, no decimos nada y nos toca seguir arrojando circunstancias al baúl de la desesperanza mientras la gente trata de resolver sus necesidades básicas por sí solas.
Eduardo Méndez
Miembro de la Fundación Manos
por la Niñez y Adolescencia
Hab. El Valle
eduardomendezh@gmail.com
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