lunes, 19 de octubre de 2015

Transporte Metro


Desde hace un tiempo para acá, ha proliferado una conducta inusual entre algunos pasajeros que utilizan el Metro para trasladarse:

1) Algunos usuarios que ven abierta la puerta de entrada para personas discapacitadas o preferenciales se hacen los “musiúes” y se cuelan por ella sin cancelar el boleto de pasaje. Eso podría evitarse o reducirse si el empleado del Metro, uno de los que está dentro de la cabina, estuviera pendiente una que otra vez de cerrarla o indicarle al “olvidadizo(a)” que lo haga.

2) Impedirle el paso a la persona que pretende entrar con grandes bultos o paquetes. He visto pasar personas con maletas, coches para niños y extrabolsas.

3) Obligar a salir del vagón donde se encuentren a los vendedores ambulantes de golosinas y otras mercancías, seudocantantes o intérpretes de instrumentos musicales que perturban e incomodan. Igualmente, payasos, bailarines y “yoguistas”.

4) En algunos pasillos dentro del Metro hay puestos de venta. En Altamira por ejemplo, hay uno de bisutería.

Si todos respetamos las normas y si estas se hacen cumplir por las personas encargadas de ello, podremos decir que recuperamos la cultura en el Metro, no que la estamos perdiendo a pasos agigantados.

Edilia C. De Borges
edilia.cdeborges@gmail.com

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