Más conciencia en Chapellín

No existe un gen de conciencia, esta como muchas otras cosas dependen del volumen y de la calidad de información cultural que somos capaces de procesar en nuestro cerebro, el déficit de conciencia que se observa en nuestros entornos urbanos sirve para poner de manifiesto que nuestra cultura no es tan valiosa ni tan excelsa como algunos pretenden hacerla aparecer, sobre todo en ciertos círculos autodenominados ¨cultos¨.
Cuesta mucho admitirlo pero la conciencia es la base de toda cultura y, por consiguiente, una sociedad que no tiene a la conciencia entre sus prioridades no puede presumir demasiado de cultura.
En nuestro país, observamos como la decadencia de cultura se apodera de nosotros convirtiéndonos en animales sin raciocinios, egoístas, incapaces de tener un poco de consideración por las personas que habitan a nuestro alrededor.
Somos carentes de respetar normas de convivencia ciudadana, ordenanzas establecidas para vivir en armonía, me refiero a esto como un acto de conciencia para las personas que mantienen escándalos, música alta, y venta de licores cual botiquín días de semanas, y fines también, específicamente situación inaguantable en el callejón (El piojito), de la Av. Nivaldo en Chapellín.
Las personas encargadas de estos espectáculos son individuos que no tienen respeto por los habitantes de la zona, su falta de conciencia ciudadana hacen que nos etiqueten como marginales, a todos por igual, y no es así, ojalá puedan cambiar su manera de pensar y vivir, porque al igual que hace falta educar a las personas de los cerros para que no boten desperdicios en las quebradas y sean protagonistas de su propia desgracia, se tendrán que discutir mesas de trabajo para que estos ciudadanos a pesar de haber tenido el privilegio de estudiar, tengan un poco más de conciencia. El vivir en un barrio no significa que nos convirtamos en mal vivientes, al contrario debemos luchar por una mejor calidad de vida, ese diploma no lo da la escuela, ni la sociedad, eso viene de cuna, exhorto a todo el que tiene la oportunidad de leer esta escritura para que cambiemos el chip, a una conciencia ciudadana de altura, y asumamos la responsabilidad de que muchos de nosotros estamos carentes de valores.

Anabella Freires de Caguas
mafervasu58@gmail.com