El pasado jueves 21 de abril, vi por casualidad en el programa Primera página, que transmite Globovisión, al señor Roberto Ackerman, de triste recordación para mí por el caso de la Ontej (Organización Nacional de Turismo Estudiantil y Juvenil), pero ahora en calidad de flamante presidente de la Cámara de Operadores de Turismo en el país, haciendo un análisis del estado de deterioro que presenta el sector turismo en Venezuela por culpa de este gobierno.
En dicho análisis, se puede evidenciar claramente la postura política de ese señor, que si bien es cierto está en libertad de hacerlo, no menos cierto es que para tomar una postura de ese calibre debe renunciar al cinismo, por cuanto podría interpretarse como una opinión tendenciosa.
El señor Ackerman fue el creador de una maravillosa empresa conocida como Ontej, la cual tenía -como su nombre lo indica- la responsabilidad de promocionar el turismo en el sector juvenil y estudiantil de Venezuela y el mundo, a través de una red de posadas dentro y fuera del país; al igual que muchos otros trabajadores, yo formé parte de esa exitosa empresa.
En mi caso, trabajé en la Posada Andrés Bello, ubicada en la avenida La Salle en Caracas. Pues bien, de buenas a primeras esa empresa se fue a la quiebra de manera inexplicable, los trabajadores tuvimos que querellarnos con la directiva y, sorpresa, el Estado y el gobierno copeyano de ese momento protegió a los dueños y no a los trabajadores, quienes tuvimos que abandonar la lucha por lo cuesta arriba que significaba en ese momento defendernos.
Pero las condiciones históricas han cambiado; valdría la pena reactivar el caso de la Ontej y cerrarle la boca a ese empresario turístico.
RAFAEL LEDEZMA
Prof. de Ciencias Sociales. Habitante de San Antonio de los Altos
E-mail: ledezmar@cantv.net
Twitter: @ledezmar1
jueves, 12 de mayo de 2011
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