Así es, lectores de Últimas Noticias, a la Universidad Central de Venezuela (UCV) entré hace dos años sin un diente y luego de un año salí disfrutando de dos maravillosas prótesis dentales, que hoy tengo sin tener que pagar un bolívar a nadie.
Mediante un maravilloso acuerdo existente en esa fecha entre el Inager, hoy Inass, y la Universidad Central, fui atendido en la Facultad de Farmacia por la doctora Carrero, jefa de la sala 3, y esta designó a la estudiante Maira Vallés, una joven nacida en Pueblo Nuevo (Fal), quien con la supervisión de la profesora Cumaná realizó un excelente trabajo que incluyó operaciones de frenillos por otros profesionales de la misma Facultad de Odontología.
El pasado 13 de junio, en un artículo de la periodista Génesis Carrero en este leído diario, sobre la facultad de Odontología de la Universidad Central de Venezuela, se señala "Salud bucal a precios solidarios".
Estos "bajos costos solidarios" de ninguna manera pueden ser pagados por personas como yo, en extrema pobreza y dentro de un geriátrico, abandonado y sin ningún tipo de ingreso.
Están obligados tanto el Ejecutivo nacional como la Universidad Central a cambiar esos programas. El primero (Gobierno), suministrando los recursos económicos para la buena marcha de estos programas y el segundo (UCV), presentando cuentas claras y honestas.
Gobierno y rectorado deben tomar en cuenta que nosotros los pobres abandonados tenemos derecho a tener dientes como los tienen ellos y sobre todo que el dinero que ellos administran no es de ellos, sino de los pobres venezolanos.
Norman Rodríguez Martínez
norman.rodriguezmartinez@gmail.com
jueves, 14 de julio de 2011
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