El conocido Decreto de Chuquisaca, el más célebre decreto del Libertador en materia de conservación, promulgado por Bolívar, era la solución de los problemas con relación a los recursos naturales de manera integral, pues sus disposiciones estaban dirigidas al buen uso, aprovechamiento de las aguas y se extendían a la vegetación y los suelos por la relación que tienen con el ciclo hidrológico.
2) Que la esterilidad del suelo se opone al aumento de la población y priva tanto a la generación presente de múltiples comodidades.
3) Que por falta de combustible no pueda hacerse o se hacen inexactamente o con imperfección la extracción de metales y la confección de muchos productos minerales que por ahora hacen casi la sola riqueza del suelo: oída la diputación permanente.
Decreto:
1) Que se visiten las vertientes de los ríos, se observe el curso de ellos, y se determinen los lugares por donde puedan conducirse aguas a los terrenos que estén privados de ellas.
2) Que en todos los puntos donde el terreno prometa hacer prosperar una especie de planta mayor cualquiera, se emprenda una plantación reglada a costa del Estado, hasta el número de un millón de árboles prefiriendo los lugares donde haya mas necesidad de ellos.
3) Que el director general de agricultura le proponga al gobierno las ordenanzas que juzgue convenientes a la creación, prosperidad y destino de los bosques en el territorio de la República.
4) El Secretario General interino queda encargado de la ejecución de este Decreto, imprímase, publíquese y circúlese. Dado en el Palacio de Gobierno en Chuquisaca a 19 de diciembre de 1825.
Hoy más que nunca, el genio de Bolívar se pone de manifiesto. Ojalá las autoridades a quienes les competen pongan empeño en cumplir este decreto.
Edilia C. de Borges
Montañista
Habitante de Los Palos Grandes
edilia.cdeborges@gmail.com
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