domingo, 9 de agosto de 2015

Aceras tomadas



¡Qué contraste! En la avenida principal de El Cementerio, la policía –en cumplimiento de su deber– corre a los buhoneros para que no ocupen el espacio público. No está permitido vender en bancas ni aceras.

Pero a pocos metros de allí, en la calle Real con calle Lourdes, Prado de María, hay un kiosco de comida con mesas donde la gente come en plena acera, en toda la entrada de Expresos Occidente.
Las mesas y sillas instaladas en la acera impiden el paso de la gente de forma permanente y ninguna autoridad controla el abuso de ese negocio. Entonces surge la pregunta: ¿por qué unos no pueden ocupar las aceras para vender ropa mientras a otros sí se les permite vender comida ocupando espacio público? ¿Será que la dueña del kiosco de comida tiene “corona” por ser extranjera?

Con el agravante de que la venta de comida deja siempre el piso lleno de grasa y desperdicios, lo cual no ocurre con la venta de ropa. Por favor, pedimos que las autoridades competentes tomen cartas en el asunto para que le den una solución radical y definitiva. ■

JOSÉ GARCÍA
josgar2009@gmail.com

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