No todo está perdido

Por estos días, las malas noticias no solo son las primeras en llegar, también son las que más abundan; temas como el desabastecimiento, la inflación, la inseguridad o la polarización. En fin, son muchos los temas negativos que día a día inundan nuestras conversaciones.

Es tanta la atmósfera negativa  que inconscientemente vamos deteriorando nuestra salud física y mental. A los seres humanos nos encanta dar malas noticias y comentar hechos cuyo impacto es negativo.

¡Ojo! No quiero decir con esto que los problemas que tenemos no existen; por el contrario, siempre ha habido dificultades y situaciones adversas y siempre existirán. Ahora bien, así como le dedicamos tiempo a lo negativo, ¿hacemos lo mismo con lo positivo? Por ejemplo, cada vez se hacen más frecuentes las críticas que hacen las personas que utilizan medios de transportes masivos, como es el caso del Metro, dirigidas a aquellas personas que no ceden el puesto a todo aquel que lo requiere.

Los comentarios más comunes son “la juventud de hoy en día no tiene  valores” o “no hay caballeros”, entre otros. No ocurre lo mismo cuando alguna persona desinteresadamente cede el puesto o ayuda a un discapacitado, los  comentarios o las muestras de positividad pasan percibidos.

Eso me ha llevado pensar en cómo afrontamos nuestros percances en lo  individual y en lo colectivo. No tengo la intención de criticar o emitir juicios de  valor ni desacreditar nuestros problemas,
el objetivo es hacer un llamado a la  crítica responsable, ver los problemas pero también aportar soluciones.

A mi parecer, no todo está perdido. Cada día hay muchas personas que se encargan de hacer notar lo positivo sobre lo negativo, crean proyectos que  ayudan a combatir problemas de la comunidad,
trabajan para construir un mejor país y muchos de ellos, sin saberlo, son héroes anónimos. También hay  artistas, deportistas, empresarios, profesoresy médicos que han llenado de satisfacción
a los venezolanos. Es por ello que vemos lo positivo, negativo e interesante de cada situación en nuestra vida para ser personas críticas pero capaces de contribuir a una mejor sociedad. ■

CÉSAR ALARCÓN
alarcon-blanco@hotmail.com