Ser feliz es un estado de ánimo. Nadie dijo que iba a ser fácil nuestro transitar por la vida. Desde mi experiencia no nos educaron para el fracaso, y siempre que teníamos que ganar, si hubiésemos estado preparados a caer, estoy segura de que sería mucho más fácil levantarse.
No nos hubiésemos sentidos frustrados, al contrario, el mismo deseo de perseguir nuestros anhelos nos hubiese levantado y con más fuerza de seguir.
Esa desconexión que hay entre nuestra mente y corazón, lo que deberíamos o lo que amamos, en ese “deberíamos” se nos puede ir la vida. Si las cosas no funcionan o no se te dieron como querías, vuelve a intentarlo, vuelve a desear, prepárate para recibir con el corazón abierto, todo fluye, prepara tu mente para tener pensamientos positivos, para crear lo que deseas.
Tú viniste a esta vida a ser feliz en todo lo que hagas, a intentarlo todo y luego escoger dónde y con quién quedarte, abre tu sensibilidad. Abrir tu percepción es abrirte al amor, no hay tiempo, no hay carrera, no hay competencia, hay vida, hay disfrute, todos no vinimos a lo mismo, hay compañeros de camino, de pasajes, hay quienes se quedan, hay quienes se van, te despegan de quienes se quieren quedar.
¿Cómo una persona que viene a vivir, a experimentar, puede quedarse al lado de quien no lo quiere hacer? Tienes todas las respuestas, te entretienes con las trampas de tu mente, en lo que no viniste a trabajar.
Es tiempo de ser feliz, de reconquistarte, de abrazarte, de amarte, para que otras personas te amen.
Ivonne Sarih Piñango Duque
ivsarih@gmail.com
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