Pueblo y Estado estafados

Cada vez que el Gobierno nacional anuncia alguna medida de orden económico, hacen de la suya los especuladores salvajes, estafando a todos los venezolanos y venezolanas. Llámese aumento o disminución del IVA, activación o desactivación del IDB, aprobación de leyes como la recién aprobada Ley de Seguros, aumento de sueldos, aumento del dólar, paridad cambiaria, etc. Cualquier medida de este tipo, afecta negativamente el presupuesto familiar. Entiendo que la intención del Gobierno y de su equipo de expertos es que estas disposiciones favorezcan la economía del país, y protejan a los consumidores y consumidoras, pero si las mismas no van acompañadas de los debidos controles, el efecto esperado es totalmente contrario. No basta sólo con controlar el precio de los productos regulados, hay artículos de primera necesidad, no regulados que incrementan en más de un cien por ciento después de estas medidas, sin que haya ningún tipo de sanciones. Años tras años somos testigos, quienes a diario tenemos que adquirir estos productos, de cómo nos roban impunemente.
También el Estado es uno de los grandes estafados, por ser uno de los principales consumidores de todo tipo de insumos, ya que tiene que comprarle a los especuladores salvajes, quienes cada vez se hacen más ricos a expensas de éste y del pueblo. Es cierto que a través de las importaciones directas a los países hermanos del sur y otros continentes, o por medio de convenios internacionales de intercambio es mucho lo que se ahorra, pero aún no basta para cubrir el alto consumo que tiene el Estado, y más cuando nos encontramos en una situación de emergencia. Estos estafadores de siempre se aprovechan de la debilidad de los entes controladores para abusar impunemente del pueblo y del Gobierno. Las medidas de control intermitente como las que aplica el Indepabis son escasamente efectivas. Se necesita un ejército de fiscales que invadan el territorio nacional todos los días del año. Los casos de las especuladoras inmobiliarias, especuladores automotrices y las especuladoras de seguros no son los únicos. Ahora es cuando hay tela que cortar. En esta sección Lectores en Acción se ha denunciado cientos de veces esta penosa realidad, en el mismo canal del Estado en el programa La Hojilla, se están haciendo las denuncias puntuales. No basta con que el pueblo y los medios lo hagan, si los entes controladores no castigan al especulador. ¿Qué están esperando?

Evelin Cadenas
etcadenas@yahoo.es