Arriba el telón

Este año se están cumpliendo 40 años de la fundación de la compañía de teatro Rajatabla y al mismo tiempo se cumplen 18 años de la lamentable desaparición de su fundador el director Carlos Giménez. Carlos fue el precursor del teatro vanguardista en nuestro país. Con la realización del Festival Internacional del Teatro en Venezuela, Carlos logró que se trasladaran a nuestros escenarios las mejores obras y compañías de teatro del mundo, permitiendo que este elitesco arte de las tablas en Venezuela se convirtiera en un espectáculo popular, habiendo puesto en escena obras de renombrados autores, como nuestro querido Miguel Otero Silva con sus novelas Cuando quiero llorar no lloro y Oficina No. 1, así como también la novela El Coronel no tiene quien le escriba, del universal Gabriel García Márquez. Carlos Giménez se convirtió en un hacedor de actores cuando y bajo los auspicios del insigne maestro José Antonio Abreu, ministro de la Cultura en la década de los 90, incorporó a la juventud venezolana a un proyecto de vida al fundar el Teatro Juvenil de Venezuela (TJV), dedicado a la formación y perfeccionamiento de los jóvenes en el área de teatro, pero es el Taller Nacional de Teatro (TNT) también fundado por él, la verdadera escuela de formación actoral, que precisamente este mes de abril graduará la Vigésima Segunda promoción de egresados, muchachos que representan a Rajatabla no sólo en Venezuela, sino en el mundo entero y que son la gran generación de relevo del Proyecto Rajatabla. Tuve el honroso honor de ser la última secretaria que tuvo Carlos y él a su vez fue mi último y mejor de los jefes, durante mi larga trayectoria ejerciendo funciones de secretaria. El recuerdo de Carlos es imborrable, la fuerza que imprimía a los personajes cuya actuación dirigía, lo transformaba y se agigantaba su personalidad, habitualmente sencilla y natural, pero extremadamente sensible. Hoy el Grupo Rajatabla sigue sumando años y está celebrando sus éxitos con Francisco Paco Alfaro a la cabeza.

Elsa Pierre Sánchez