Hacer turismo es toda una aventura. Al ciudadano común le ha quedado cuesta arriba planificar unas verdaderas vacaciones. Debido a los altos costos de la vida, antepone primero las necesidades básicas que cubrir, y después piensa en ese merecido premio tras un período determinado de trabajo.
Anhelamos que lleguen esos días de descanso para librarnos del estrés ocasionado por el trabajo, el tráfico, la familia y los altos costos de la vida, entre otros. Sin embargo, planificar unas vacaciones tiene todo un estudio, desde analizar el estado de las vías si vas por carretera, la infraestructura hotelera y la seguridad. Si vas por vía aérea, tienes que tomar en cuenta el costo del boleto de ida y vuelta y el número de personas, la temporada, la clase y así sucesivamente. Es agotador ponerse a echar números y calcular el costo de esas vacaciones aunque sea por un tiempo corto.
Venezuela es un destino costoso para los mismos venezolanos y un paraíso para los extranjeros, pese a la inseguridad. Contamos con una extensa variedad de ecosistemas, aunque siempre se promocionan los mismos sitios: Los Roques, Margarita, Canaima y Mérida; y ¿el resto del país qué?
Si fuéramos un país bien organizado y estructurado, el turismo sería una fuente potencial de ingresos y no tuviéramos que depender del petróleo para el desarrollo. Aún no se cuenta con un proyecto realmente estudiado y planificado, sin contar con la escasa vocación de servicio que podemos encontrar en muchas de las personas que se ofrecen como guías turísticos.
Es inaudito que sea más fácil y accesible a nivel de costo salir del país que hacer turismo interno.
Keyna Cáceres
TSU en Turismo, taxista. Hab. de la Urb. Bicentenario (Km 5 de la carretera Panamericana)
keyna_c@hotmail.com.
lunes, 11 de abril de 2011
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