El expansivo crecimiento de la parroquia Candelaria, en términos de propiedad horizontal y ampliación comercial, no ha venido acompañado de una política de ampliación de la red de servicios públicos, particularmente en lo referido al acceso al agua potable. Así lo sufrimos y denunciamos quienes vivimos en las zonas aledañas a la plaza La Estrella.
Desde hace años, el servicio de agua potable se ha vuelto totalmente deficiente, pero no así el cobro de cuentas exorbitantes por un bien que no disfrutamos adecuadamente. Así, ante las últimas llamadas y reclamos que realizáramos los vecinos del conjunto Residencias Mirador Torres E y F, se presentaron funcionarios de Hidrocapital a constatar que efectivamente no entra agua a las residencias por la tubería principal. Esa tubería (NIC 1003254) está obturada, hay alguien robando agua o el nivel de presión no es suficiente para que el vital líquido llegue a ella de la manera requerida. Más allá de esas hipótesis y la constatación hecha, no han tomado ninguna medida efectiva y los vecinos continuamos con un servicio autorregulado.
Otros eran los tiempos en que la gestión de personas como Jacqueline Faría puso a valer la empresa, emblema del suministro más elemental y prioritario que tiene la ciudadanía. Hoy en cambio, parece que la desidia, el burocratismo y la "lavada de manos", prevalecen en la gestión de Hidrocapital.
Si no se toman medidas en el inmediato plazo, el problema que hoy sufren no menos de 500 familias en la zona de Candelaria Norte seguirá expandiéndose. Abogamos por una respuesta al problema.
Pablo Fernández Blanco
Educador
Habitante de la Candelaria
pabloefb@hotmail.com
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