Últimamente me he estado haciendo una pregunta sobre un asunto que me preocupa. ¿Será que nos estamos encogiendo? O es que los fabricantes de autobuses de pasajeros piensan que los usuarios somos niños o debemos viajar apretados cual latas de sardinas.
Para responder mi preocupación, me di a la tarea de medir unos cuantos asientos en diferentes transportes públicos (autobuses, camionetas, Metro y el Metrobus) y resulta que tienen una medida de 34 cm, y al medir una silla de un juego de comedor el asiento mide 43 cm, es decir, hay una diferencia de 9 cm.
Cualquier lector dirá: "¿Y eso que importa?", pues importa mucho, ya que si usted es una persona de talla normal y al lado se le sienta otra de talla normal no hay problema, pero resulta que hay personas que abarcan puesto y medio y si usted tiene la desgracia de estar del lado de la ventana, lo estampillan contra ella y casi no puede moverse, pero si le toca el pasillo, entonces usted va medio sentado y de paso ligando que no se llene la unidad con pasajeros de pie, ya que, además, tendrá que soportar las posaderas de algún pasajero sobre su hombro y de paso no se queje, dé "gracias a Dios porque va sentado".
Señores fabricantes de asientos para el transporte público, pónganse de acuerdo con los fabricantes de autobuses y piensen en los usuarios y no sólo en sus bolsillos, ya que cada día agregan más cantidad de asientos y disminuyen el espacio de movilidad de los pasajeros.
Irina Arraiz León
Comerciante
Habitante de El Hatillo
polarico2011@gmail.com
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