Debemos conservar los parques nacionales

Nuestros parques nacionales son joyas de la naturaleza dadas por Dios, son lugares donde se manifiesta en mayor medida la Gloria de Dios; pero, al parecer, hay personas que no lo ven así y se atreven a manchar estos lugares con su basura y cuanto avatar llevan con ellos.
   La foto que acompaña este escrito corresponde al Parque Nacional Morrocoy (Falcón). La tomé en agosto cuando estuve de vacaciones en aquel lugar, con ella les confirmo lo que acabo de comentar.
   Es bueno reflexionar acerca de estas cosas; en un primer momento uno trata de buscar por instinto a los culpables y por dentro comienzan a surgir toda clase de pensamientos, pero una vez que uno se calma puede pensar con claridad y mente fría, entonces se puede interpretar con los hechos.
Cuando empieza a reflexionar lo primero que uno se pregunta es: ¿qué hacen las autoridades para evitar esta situación?, cuando indagué con una persona que presta sus servicios en el parque, me refirió que tal cantidad de basura era dejada por los campistas y que adicionalmente la cooperativa encargada de la recolección de los desechos no había pasado a recoger la basura y era esta la razón del porqué de la basura.
Pero es que no solamente era en la playa; dentro del agua se podía observar botellas plásticas y bolsas, le referí a la persona con la que conversé que esta situación no podía ser, ya que esto daba mala impresión, a lo que me respondió que ellos habían hecho lo que podían al colocar bolsas negras y agrupando la basura.
 Es aquí donde hay que reflexionar y hacer un llamado a todos aquellos que visitan no sólo este parque sino todos los parques nacionales para que los cuiden.
Recientemente, en una visita al Parque Generalísimo Francisco de Miranda (Parque del Este), pude observar cómo un fuerte aguacero daba muestra de la obstrucción de los drenajes; los ríos de agua y las lagunas eran algo impresionante y a la vez triste, pues da muestra de la falta de mantenimiento de sus instalaciones.
En el Parque Nacional Warairarepano y en el Parque Nacional Macarao han ocurrido asaltos y hasta invasiones, por eso el llamado de atención es a que tomen nota de estas situaciones para que se implementen los necesarios correctivos. Los parques que acabo de mencionar son para mí los más visibles, porque de alguna forma he estado en contacto con ellos, por lo que cabe preguntarse ¿cuál será el estado de las restantes dependencias de Inparques?
Por último, quiero decirles que el cuidado y el respeto a la naturaleza no sólo es responsabilidad única y exclusiva de las autoridades, depende de todos nosotros, los visitantes.
Juan Manuel Ponce Ríos
juanmanuel.poncerios@gmail.com