martes, 2 de octubre de 2012
Chichiriviche pide una manito al Gobierno
Chichiriviche, en Falcón, es un pueblo pesquero y turístico que ha logrado a través de su historia un desarrollo sostenido y goza de una excelente infraestructura para comodidad de quienes escogen este paraíso falconiano para vacacionar.
Los visitantes aprecian la calidez de sus pobladores, disfrutan de la buena comida y con fina diplomacia torean a los prestadores de servicio que quieren dar a conocer su negocio.
El turismo comprende las actividades que hace cada persona durante los viajes y estancias en lugares distintos al de su entorno habitual. Es la necesidad que tiene todo ser humano de restablecer el equilibrio físico y mental mermado por la rutina diaria. Puede ser con fines de ocio, descanso, cultura, deportes, salud, negocios o relaciones familiares, entre otros.
El destino final de los visitantes son los cayos ubicados en el Parque Nacional Morrocoy, adornado con paisajes arrebatadores, arenas blancas y un mar cristalino.
Es un bello paraíso. Sin embargo, los turistas, comerciantes y vecinos se quejan constantemente por el deterioro del malecón, del muelle principal, de las calles, del sistema de alumbrado, de la red de cloacas, del parque de beisbol, la inseguridad reinante y de la basura regada en las principales vías de acceso a los paraísos naturales.
Quienes hacen vida en el municipio Monseñor Iturriza se sienten abandonados por las autoridades gubernamentales. Entre tantos problemas, están incómodos porque no sienten seguridad para trabajar. Señalan que el malecón se ha convertido en polígono de tiro que lo usan para probar su puntería o disparar al aire sin importar el destino final de los proyectiles percutados.
El desarrollo del turismo requiere con frecuencia de la participación del Gobierno Central, que es el único dotado del poder necesario para mejorar la competitividad por la popularidad turística, para lo que a menudo ha de ofrecer concesiones importantes.
Esta actividad tiene un efecto multiplicador y equilibrador, puesto que al generar empleo disminuyen, en cierta medida, las diferencias económicas entre la población. El desarrollo y mantenimiento de las zonas recreacionales crea inversiones en infraestructura y se embellecen y mejoran pueblos y ciudades.
Wilman Palencia
Picure2@hotmail.com
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