Tolerancia y solidaridad

El domingo 7 de octubre, Venezuela vivió un momento que hace muchos años no se disfrutaba en nuestro país.
Primero, la Iglesia católica celebró la fiesta de la Virgen del Rosario. Fue gratificante ver a los electores asistir a sus centros de votación luciendo rosarios de diferentes formas (cadenas, pulseras, anillos, etc.).
También afloró lo que muchos llevamos por dentro y que hace tiempo estaba escondido: el compañerismo (miembros de mesas y testigos electorales de las diferentes corrientes políticas compartieron comidas, bebidas y conversaciones como un solo bloque).
Fueron tolerantes (dejaron a un lado sus diferencias, para que el día transcurriera en paz y armonía) y la solidaridad (fue ejemplarizante como los jóvenes ayudaron a los mayores, cedieron sus puestos en las colas a otros más necesitados, colaboraron con los que presentaban problemas de movilidad).
Lo que se observó en gran parte del país no debe tener otra lectura que un mensaje de todos los ciudadanos, de distintas tendencias, a los que dirigen el país: el pueblo quiere paz, desea vivir en armonía y el ejemplo lo está dando la sociedad.
Por eso, les pedimos a nuestros dirigentes de uno y otro bando que le bajen un poco el volumen a la intolerancia y así juntos lograremos regresar al país donde seamos respetados todos y cada uno sin importar el color, el credo, la raza o la tendencia política.


Irina Arraiz
Comerciante
Habitante de El Hatillo