Te preguntarás de dónde vengo, de mi familia y mi vida.
Hace mucho tiempo, había un lugar tan comprimido y denso que explotó. Expandiéndose todo aquello, se inició el tiempo y las partículas que dan origen a la materia. Nació el Universo. Ahí es de donde vengo.
Estoy compuesto por átomos, polvo y gas cósmico. En mi infancia fui una estrella, brillaba tanto como podía y vivía con otras que formábamos galaxias.
Cuando pasaron 10 mil millones de años, toda mi riqueza se había agotado y fue cuando exploté pensando que todo iba a acabarse, pero no fue así.
Mis restos no tenían forma, era imposible verme, pero yo existía. Con el paso del tiempo se mezclaron con otros restos de estrellas que también explotaron y fue entonces cuando se formaron millones de rocas. De ahí en adelante comenzó mi adolescencia. Ya estaba conformado por átomos, polvo, gas cósmico y ahora por rocas.
Los períodos que viví fueron duros, difíciles y caóticos porque chocaba con millones de rocas y a la vez me unían con otras hasta darme cuenta de que una parte de mí estaba en la formación de un planeta que duró 700 mil años convirtiéndome en lo último un ingrediente para el inicio de la vida.
A partir de ese momento, mi adultez fue complejamente evolucionando (en mis compuestos) y se transformó en los más hermoso y maravilloso que se ha hecho: la vida.
No pasó mucho tiempo cuando reconocí por primera vez mi imagen; nunca pensé que mi rostro y mi cuerpo evolucionarían hasta llegar a ser un ser humano.
Hoy, luego de haber vivido el nacimiento del Universo, me he preguntado sobre la extraña formación de la conciencia que termino respondiéndome: "La materia posee inteligencia y la energía posee sabiduría".
Estudiante de Física
Hab. de la Av. Fuerzas Armadas
mariamsolorzano@gmail.com
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