jueves, 18 de julio de 2013

Ventas en las autopistas


     Vía expresa, según Wikipedia, es una autopista dividida para el tráfico de alta velocidad con al menos un control parcial de acceso, es decir, que podemos entender que es una autovía especial para unir largas distancias al menor tiempo posible con una velocidad alta moderada del vehículo. Bueno, todo esto se trae a colación con la finalidad de entender que una autopista o vía expresa está diseñada para que los autos lleguen a su destino sin impedimentos, ya que pueden viajar sin mayores obstáculos que los propios del tránsito caraqueño, que -es oportuno señalar- es un tránsito pesado.
     Bueno, el hecho es que no se entiende cómo las autoridades permiten que personas realicen actividades comerciales en las autopistas poniendo en riesgo las vidas de ellos mismos y las de los conductores que transitan por esas vías.
     Se puede ver desde vendedores de tostones y papitas hasta heladeros y cargadores de teléfonos y películas. Eso ocasiona que los conductores compren esos artículos y generen más tráfico del normal mientras pagan y esperan el cambio. También están los abusadores que conversan y piden opinión de cuál película es mejor para comprarla en blue-ray.
     Es un llamado a las autoridades. La buhonería en estas vías es un peligro para los conductores y para los mismos vendedores informales, que más allá de ganarse la vida con un trabajo, la están arriesgando. Si un conductor de un carro o una moto llegara a arrollar a un vendedor de papitas y tostones imprudente en una vía expresa, ¿de quién sería la culpa? Es mejor prevenir que lamentar y regular esa anomalía, porque -como todos sabemos- las autopistas no son bulevares o parques.
     Pareciera un tema sin mayor importancia, pero al que crea que esto no pasa se le invita a manejar un carro o moto durante las horas pico en cualquier autopista caraqueña hacia cualquier dirección y encontrará a esos vendedores por toda la vía colaborándole al tráfico sin el mayor estupor posible, y libre Dios que se le ocurra tocar la corneta o pedir un permiso para avanzar en la cola, eso es un pecado capital que le puede traer consecuencias a su vehículo o persona. 
     Es una cuestión de consciencia y buen vivir, y falta de alguna autoridad que ponga orden en las vías expresas.  


Gabriel Pérez
Habitante de 23 de Enero
perezgilgabriel@gmail.com

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