Lenguaje Violento

Son muchos los planes que en busca de acabar con la violencia se han puesto en práctica en estos últimos años, pero los ciudadanos vemos con terror cómo ninguno resulta.

Pero, resulta ser que ninguno de los expertos se ha paseado por el hecho de estudiar la conducta que se genera por la forma de expresarse que hemos venido usando últimamente.

Recuerdo que en mi época de estudiante (tanto en primaria como en bachillerato), ni los alumnos, mucho menos los docentes, se atrevían a pronunciar una palabra soez (grosería) u ofensiva; si eran los estudiantes, recibían una fuerte reprimenda de parte de los docentes, y si eran los docentes, los llamaban a capítulo y se les recordaba que sus acciones y expresiones eran ejemplos de sus alumnos; si esa palabra era pronunciada delante de nuestros padres podríamos asegurar que no nos salvábamos de un castigo, en algunos casos hasta “te mandaban a enjuagar la boca”.

Cuando el Dr. Arturo Uslar Pietri pronunció en TV la palabra “pendejo”, causó un gran revuelo nacional, hasta que se aceptó.

Hoy en día es común escuchar en boca de niños, en edad preescolar, unas palabras que son más grandes que ellos (por lo vulgar y soez), así como en docentes, comunicadores sociales, funcionarios públicos, estudiantes y pare de contar, pero las palabrotas más fuertes y vulgares son pronunciadas, la mayoría de las veces, por damas.

Esto no es otra cosa que el resultado de la pérdida de uno de los valores más importantes, el respeto, ya que no nos respetamos a nosotros mismos, mucho menos a quien tenemos delante y degenera en una situación que nos está llevando al caos, producto de una violencia verbal tan extrema que de las palabras fácilmente pasamos a las manos y de allí a las armas y esto no conduce a otro camino que a la morgue o a la cárcel.

Es hora de que cada uno de nosotros coloque su granito de arena y tratemos, en lo posible, de retornar a lo que éramos, un pueblo amigable, fraterno y que convivía con sus aciertos y desaciertos, con sus encuentros y desencuentros, pero contentos de poder hablar unos con otros.  

Irina Arraiz
Comerciante / Hab. de El Hatillo
polarico2011@gmail.com