PAZ EN GOTAS

Hoy me levanté optimista, dispuesta a obtener la paz que necesito y ¿cómo?, pues creo que después de que una se levanta, manda a los muchachos pa’l colegio, la universidad y al esposito a su trabajo con una lista de “lo que debes comprar, amor” y una respuesta de “a mí no me da tiempo”, te pones a recoger y lavar platos, limpiar y entonces, después de todo esto, suspiras fuertemente y te tiras en el sofá, descansas, piensas. Para mí eso es paz, también paz es darle un chance a ese que nos cae mal, a esa que nos empuja en la cola, a ese otro que se atraviesa cuando tú debes pasar, a ese otro que en el Metro va leyendo sentado mientras tú permaneces parada en tacones, exhausta, y que vas que no puedes más porque no tienes dónde sentarte. No es que ¡ajá, me voy a rendir!, es que por el bien de todos bajemos el clima de maldad de “yo te doy porque tú me diste primero” y pensemos en los niños del futuro, de nuestra patria, y el trauma que tendrán al ver lo que pasa, no es fácil lo que vemos ni vivimos, pero ellos son los más inocentes. Busquemos abrirnos al diálogo entre nosotros, escucharnos desde el respeto para darle soluciones a los problemas de nuestra comunidad entre todos, sin exclusión porque somos seres humanos, venezolanos, y nadie puede excluir a uno por otro. Allí está el error de todos, de los de aquí y de los de allá, no permitir ver los problemas y soluciones y quedarnos con el desquite y la venganza. Te recomiendo a ti, que estás enojado por esta situación; a ti que estás desesperado, que busques un espejo y sonrías a tu imagen; poco a poco sonreirás de verdad, porque es como un acto reflejo que ayuda a bajar la tensión. La paz es no juzgar sino aprender del otro, comprender su punto de vista, y esta implica que es también libertad. El reírte con los amigos, el respeto, el amor; es deseada para uno mismo e igualmente para los demás, hasta el punto de convertirse en un saludo (la paz esté contigo) o una meta de la vida.  

Ninfa Durán
Vendedora
Hab. de Catia

ninfaduran4@gmail.com