Se considera que tenemos doble moral cuando predicamos lo contrario a lo que hacemos. Cuando sabemos la realidad de las posibilidades y decimos utopías sobre ella. A muchas personas, equivocadamente, les agrada que se use la doble moral como una solución circunstancial para escapar de los problemas. Pensar que la forma de cambiar el mundo es mentir o demostrar estar alejado de la realidad es una muy mala visión de la vida y de las relaciones. Actuando de esa forma, nuestro mundo no tendrá cambios significativos, pues en realidad nuestras condiciones irán de mal en peor con el pasar del tiempo.Cada día veo con asombro personas que asisten a misa todos los domingos, gerentes de empresas dirigiendo las finanzas de una organización, políticos pretendiendo dirigir un país o algún estado, educadores formando jóvenes, médicos salvando vidas, personas marchando por la paz de un país, mototaxistas trasladando personas, padres educando a sus hijos, personas juzgando a otros, todos ejemplo de buenas acciones y éxito. Sin embargo, cuando escuchamos hablar a muchos de estos, que se dan golpes de pecho, conversar fuera de su entorno habitual, nos encontramos con expresiones como: “El malandro ese”, “los brutos estos”, “la vieja enferma esa”, “el vagabundo flojo ese no vino a trabajar”, “ármense y salgan a la marcha y arremetan” o los padres diciendo a sus hijos “quien pega primero pega dos veces”, y me pregunto: ¿esta es la misma persona que escuché antes?La verdad nos libera, no podemos decir algo que no practicamos, llamemos a la reflexión sin miedo a quien sabemos que practica la doble moral ejecutando buenas acciones solo por apariencia y olvidando que la esencia de esas acciones son los buenos sentimientos y la sinceridad.La mentira debe pasar de moda. No es necesario ofender para demostrar lo que está mal hecho ni mentir para ser aceptados. Si queremos cambiar una sociedad, empecemos por uno mismo. Nada cambia si tú no empiezas a cambiar.
Charly García
Administradora
Habitante de Guatire (Mir)
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