Son altamente preocupantes los niveles de violencia en que se encuentra la sociedad venezolana.
Si el equipo de baloncesto pierde un partido importante en nuestra cancha, atacan al quinteto contrario con vasos, hielo, botellas y todo lo que encontramos.
Carl Herrera, jugador de baloncesto y entrenador, ha sido atacado y, de paso, con mensajes racistas.
Hace dos semanas, el jinete Richard Bracho fue agredido con abucheos por los aficionados que perdieron en las apuestas.
Las iglesias de diferentes religiones han sufrido hurtos en los que ha habido sacerdotes y pastores heridos.
Los policías son emboscados, los roban y luego los matan. De ellos hay estadísticas y no hay diferencia, ya sean de la PNB, de la Guardia Nacional o cualquier otra.
Médicos y enfermeras sufren en los hospitales el acoso de los maleantes, sin obviar lo que viven los pacientes y familiares porque todo se circunscribe
en el pánico.
Maestros y profesores padecen los insultos de estudiantes descarrilados y asaltos dentro de las aulas. Los estudiantes, por su lado, se ven sometidos junto a pasajeros en general de robos.
Desde los colegios y liceos se reportan semanalmente hurtos y destrozos en sus instalaciones porque también son víctimas del vandalismo. Ahora que se acercan las vacaciones, comienzan los problemas
en los centros de estudios. De esa situación no escapan las universidades.
Los robos en las camionetas de pasajeros, rutas troncales y taxis se multiplican.
Las canchas deportivas se convirtieron en zona roja. Los ciudadanos aparecen muertos en quebradas y zonas boscosas.
Los cuadrantes de seguridad no rinden frutos. Hay un toque de queda no declarado pero que todos lo vivimos. El Gobierno habla de ofensiva, guerra y de combatientes.
Mientras el Gobierno se escandaliza por un magnicidio, en las comunidades lo que vemos a diario son homicidios. Hay que crear planes de prevención del delito, trabajar más y, de ser posible, hablar menos.
JOSÉ SATURNINO GONZÁLEZ ARIA
Habitante de Valles del Tuy (Mir)
josesaturnino2011@hotmail.com
jueves, 19 de junio de 2014
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Asi es amig@s,en los Valles del tuy.No hay seguridad,estamos abandonados totalmente.
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