El respetar las diferentes opiniones, actuaciones, actitudes y aspectos culturales o sociales, no solo debe consistir en abstenerse de hacer ciertos comentarios fuera de lugar y hasta imperativos y groseros que fácilmente pudieran ofender al otro, sino también aceptar que el otro puede pensar, sentir o actuar diferente, siempre y cuando no afecte nuestros intereses ni reputación.
El respeto entre sociedades, culturas o países también es incluirse en los eventos que tienen que ver con la cultura de la otra persona y participar en las costumbres y tradiciones que rodean a los suyos.
Si no estamos de acuerdo con algo, es nuestro asunto, nuestra opinión; sin embargo, eso no quiere decir que se trate de una verdad absoluta. El otro también podría opinar lo mismo de uno.
La educación es la clave para entender la actuación, el pensamiento, sentimiento y cultura del otro, y hallar el camino para una comunicación inteligente.
En la medida en que sepan emplear los valores, sobre todo el respeto y el respeto a una posición o pensamiento diferente, está la gran sabiduría que le permitirá un mejor ejercicio del poder.
La imposición, la soberbia, el irrespeto a la oposición y el continuo discurso de resentimiento
y odio generan muchas víctimas y producen distancias que a la larga impiden alcanzar el bienestar común y de un país.
ANA ROCHA
ana.rocha_65@hotmail.com
jueves, 9 de julio de 2015
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