Mamá, me rasparon

En los colegios y en los liceos no raspan a ningún muchacho; el muchacho se raspa solo al incumplir con las tareas y sacar malas notas en los exámenes. El apoyo de los padres es indispensable para los jóvenes durante el año escolar.

Me sorprende cómo los padres de los raspaos van con asombro a retirar las boletas y dicen: “Bicho, te quedaron tantas”, ¿es que acaso no le hiciste seguimiento a  los tres lapsos? ¿Cómo te cae por sorpresa que tu hijo no hizo nada en el aula, mamá? Pero más asombrada quedé cuando me contaron que ahora no raspan a ningún muchacho porque los profesores deben pasarlos, les dan chance de reparar varias veces la materia.

El Ministerio de Educación debería verificar este proceso de evaluación. Prefiero la educación antigua en la que si no sabías repetías el año. Padres, alumnos y Gobierno debemos tomar conciencia de que con esa forma de evaluar estamos formando profesionales mediocres, padres irresponsables y maestros desmotivados. No es posible que un muchacho inteligente que se esforzó todo un año sea nivelado por el estudiante irresponsable. Señores, no seamos partícipe del fraude estudiantil. ■

CHARLY GARCÍA
charlygarcia00@hotmail.com