En los últimos años, hemos
visto crecer de manera progresiva el número de vehículos en nuestras vías, pues
para muchos es una solución, debido a la lejanía de sus empleos con relación a
su lugar de residencia, o a la escuela o universidad a donde acuden sus hijos,
puesto que en muchos casos, la falta o precariedad en el transporte público
(pensar por ejemplo, que todavía en 2015, zonas como Prados de Este o Alto
Prado, no poseen sistemas de metro o metrobús) los han obligado a adquirirlos.
Para muchos también se ha
vuelto un gran caos, en cuanto al congestionamiento y la mayor cantidad de
contaminación, entre otras afectaciones.
En nuestro país, el subsidio
que se le da y que produce el bajo costo de la gasolina, hace que toda persona
que posee un vehículo lo utilice de forma indiscriminada, pero al mismo tiempo
se ve afectada por la carencia de lugares de aparcamiento necesarios, tanto
para vehículos como para las motos, lo cual los lleva a estacionarse en plena
calle, causando trancas y colapsos de aceras a granel, porque muchos
estacionamientos han cerrado sus puertas, y en algunas zonas, no se ha llevado
a cabo la planificación necesaria.
Muchos países han optado por
construir gigantescos estacionamientos subterráneos, cuando no se alcanza a
otros tipos de terreno, brindando con esto, los espacios necesarios para los
automóviles, y ayudando a descongestionar las principales vías. En estos días
estuve en los alrededores del pueblo de Baruta y tuve que irme, pues no
conseguí donde estacionar. Todo lo que nos permita pensar en mejorar nuestra
calidad de vida, es y será siempre un beneficio, tanto para la población como
para el crecimiento económico de un país.
Manuela Ortega
Hab. Av. Fuerzas Armadas,
Caracas
No hay comentarios:
Publicar un comentario