Hace años atrás, fuimos un
país ícono en prosperidad, adoptamos en nuestra patria gentes de todas partes
del mundo, quienes sembraron sus semillas en esta tierra y prosperaron. Pero
esta prosperidad ha sufrido grandes sinsabores. Las causas son muchas: homicidios,
desabastecimiento, corrupción, escasez, inflación, desidia y malas decisiones
políticas que nos han llevado a ver partir a muchos seres queridos y amigos que
se van en busca de nuevas oportunidades que aquí no han conseguido.
¿Por qué esta desbandada? Las
causas ya las nombramos, pero ¿será que las autoridades han hecho algo por
mejorar todas la circunstancias que han llevado a los venezolanos a emigrar?
Solo vemos paños calientes en busca de las soluciones, y así nunca habrá
cambios que puedan mejorar la calidad de vida que todos deseamos. En los
jóvenes que se van la realidad que se palpa es que no emigran con conciencia,
sino que prácticamente huyen, es una desbandada total.
Una nueva moda ha llegado,
los jóvenes, el futuro de nuestro país, se van sin ningún tipo de
planificación, sino a probar suerte dejando atrás todas las ilusiones que una
vez tuvieron en esta tierra de gracia, a la que Dios proporcionó infinidades de
riquezas, pero que lamentablemente los políticos no han sabido manejar. Su
lucha por el poder los ha vuelto ciegos hacia el gran daño que le están
haciendo a la familia venezolana que tiene que desprenderse de uno de sus
miembros por la falta de sinceridad y visión política de quienes hoy buscan el
poder y de quienes luchan por quedarse con él.
Esta lucha política, podría
ocasionar daños a futuro y la historia los juzgará como los protagonistas del
hecatombe de lo que una vez fue el país de mejor calidad de vida de
Latinoamérica.
Dios quiera que brille la
sensatez y dejen a un lado las mezquindades políticas, y así esta desbandada
llegue a su fin.
Ángel Pulido Colmenares
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