Cada año por estas fechas es común ver en el centro de Caracas a vendedores ambulantes de nacimientos, casitas, luces, y todo lo relacionado con el pesebre, pero también se observa que furtivamente expenden musgo, que extraen de las faldas del Ávila, con lo que atentan contra su ecosistema. El expendio ilegal de musgo es una cuestión de conciencia; si no hay quien compre no habrá quien lo venda. Colaboremos con la preservación del ambiente. Di ¡No! a su venta.
Maritza Ruiz
jeri_1989@hotmail.com
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