jueves, 2 de mayo de 2013
Ser tolerante
A algunas personas les parece que vivimos en la era de la tolerancia. En un mundo en el que la mayoría de los países piensan que es inconcebible matar o torturar a alguien debido a sus inclinaciones políticas.
Pero, ¿cuán profundamente arraigadas están en realidad las raíces de la tolerancia? ¿Pudiera ser que la extensamente aclamada era de la tolerancia sea meramente una era de indiferencia? La palabra "tolerancia" es de origen francés.
La palabra tolerancia (en francés) nació en el siglo XVI como resultado de las guerras religiosas entre los católicos y protestantes. Los católicos terminaron por tolerar a los protestantes, y viceversa.
Por eso, se puede ver que la supuesta tolerancia de hoy día tiene raíces poco profundas en la historia. Por lo tanto, ¿qué hay detrás de las actitudes tolerantes que imperan hoy día? ¿El reconocimiento sincero de los derechos de otras personas? En cierta ocasión el apóstol Pablo dijo "No se extravíen, de Dios uno no se puede mofar. Porque cualquier cosa que el hombre esté sembrando, esto también segará" (Gálatas 6:7).
Tal cerrazón impide gozar a plenitud de la vida y asimilar nuevas ideas. Por ejemplo, la persona remilgada puede incomodarse con el chispeante entusiasmo de un niño. Y el joven tal vez se aburra con la actitud reflexiva del mayor. Pida a alguien cauto que trabaje al lado de un aventurero, y es posible que ambos se irriten.
¿A qué obedece la incomodidad, el aburrimiento y la irritación? A que, en dichos casos, a cada uno le cuesta tolerar la actitud o la conducta del otro. Donde hay intolerancia, la estrechez de mente puede degenerar en prejuicio, sea contra un grupo, raza o religión o, aún más grave, en fanatismo, que quizás se manifieste en odios violentos que acarreen sufrimiento y muerte.
La tolerancia exige equilibrio, algo nada fácil, pues somos como el oscilante péndulo de un reloj. En materia de tolerancia, unas veces pecamos por defecto, y otras por exceso. Entonces quedará preguntarse ¿estoy tolerando a mi prójimo como me gustaría que lo hicieran conmigo? Reflexione.
Deulis Velásquez
Hab. Palo Verde
Estudiante de Unesr
cirilo.660@hotmail.com
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