¿Quién no quiere en la actualidad verse estéticamente bella y joven? La que diga que no, miente. Sin embargo, el abuso de los tratamientos estéticos y la falta de seriedad de algunos médicos que buscan obtener fama y fortuna sin escrúpulos destruyen la vida y en ocasiones les causan la muerte a muchas mujeres. La búsqueda de la belleza se convierte para muchas venezolanas en un recorrido riesgoso y superficial, que en años recientes les ha costado la vida. Ese es un precio que las mujeres están dispuestas a pagar con tal de satisfacer su ego y destruir sus viejos complejos.
Desafortunadamente, los resultados pueden ser peligrosos: cuerpos plásticos con medidas irreales, fisonomías deformadas, sin expresión y carentes de naturalidad. Los casos más visibles podemos observarlos en el medio artístico, algunas de nuestras actrices y actores con rostros y cuerpos deformados por el uso excesivo de bótox y otras sustancias.
La triste realidad es que en nuestra sociedad el aspecto físico está sobrevaluado, y muchos caen en la trampa y la ilusión de que, después de una intervención estética, obtendrán lo que no logran con su aspecto actual, como encontrar un mejor trabajo, una pareja y la felicidad.
Cuidarse y tener vanidad no es malo, siempre y cuando no se exagere.
Tres consejos que debemos tener presentes: 1) cada mujer tiene un brillo único que la hace diferente, original y especial; 2) una mujer debe cuidarse y sentirse valiosa, especial y única; cuando te sientes bien contigo misma, irradias una belleza que se proyecta y todos la perciben; 3) la belleza contiene muchos ingredientes; para ser verdaderamente hermosa, una tiene que sentirse bien, tener sentimientos positivos, trabajar en nuestras relaciones interpersonales y aportar algo bueno a todos los que están a nuestro alrededor.
Miriam Cuevas
Internacionalista
Habitante de La Pastora (DC)
mairimc27@yahoo.com
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