Todos los días escuchamos que
la gente quiere mejoras, pedimos que el país salga adelante, pero no nos hemos
dado cuenta de que los primeros que debemos cambiar somos nosotros mismos. Cuando
comencemos a mejorar, veremos resultados en lo que nos rodea. Por ejemplo,
decimos que se han perdido los valores; es cierto, pero para rescatarlos
comencemos por dar el ejemplo. Si estamos en el Metro esperando el tren, si
llegamos de últimos por qué no esperamos a que los que llegaron primero que
nosotros entren en lugar de empujar para pasar antes. O si te gusta escuchar un
tipo especial de música y estás en un lugar público, utiliza los audífonos y
así no atormentas a otros con el ruido. Eso se llama respeto. También puedes
dejar de quejarte y de criticar todo lo que no te gusta, conviértete en un
promotor de ideas innovadoras y ofrece soluciones en lugar de quejas y
críticas. Potencia tus talentos, ponlos al servicio de los demás, descubrirás
que poco a poco tu entorno comenzará a mejorar y no has hecho otra cosa que empezar
a modificar tu actitud ante las cosas con pequeñas acciones que seguramente impactaron
a otros y los hará querer imitarte. Nosotros somos los únicos responsables de
lo que queremos y cómo deseamos vivir, así que si queremos mejorar, comencemos
por modificar nuestros hábitos, empecemos por nosotros mismos, dejemos de ver
sólo lo negativo y enfoquémonos en el lado bonito y positivo de las cosas,
recordemos que vivimos en el mejor país del mundo y que nuestra gente es la
mejor del mundo.
Irina
Arraiz León
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