Cada día que vivimos es una nueva experiencia, pues en líneas generales nuestros días no son idénticos.
Algunos inclusive son más tranquilos, como por ejemplo si hablamos de días feriados, cuando nuestras actividades cotidianas merman y, por ende, el tráfico y el volumen de personas en la calle también aumentan.
Durante esos días agradecemos el descenso que se percibe en nuestras calles y avenidas, se siente sobre todo con los ruidos molestos, tan comunes en las grandes ciudades, y especialmente en las zonas de alta concentración poblacional y de tráfico como Caracas. Se hace más notorio con las avenidas y corredores viales del centro.
Se han demostrado suficientemente los diferentes y graves daños que produce al ser humano ese tipo de contaminación sónica, como por ejemplo daños fisiológicos y psicológicos como paranoia, disminución de la capacidad auditiva progresiva hasta llegar a una sordera absoluta, aumento de la presión arterial, que a su vez causa hipertensión, dolor de cabeza, tensión en la cervical, gastritis, insomnio, fatiga e histeria.
En el caso de los niños que padecen parálisis cerebral, les produce convulsiones y hasta afecta el aprendizaje en los niños.
En la avenida Fuerzas Armadas el ruido se siente todo el tiempo, es ensordecedor el corneteo de porpuestos, autobuses, camiones, carros particulares y hasta motos.
Pero el ruido también se incrementa con los vendedores de productos alimenticios en los camiones que se ubican en algunas calles y comienzan a vocear sus productos con sus altoparlantes.
La conciencia siempre debe partir del individuo hacia su comunidad. Por favor, pon tu granito de arena, evita generar ruidos innecesarios, no toques corneta, no pongas música a volumen exagerado, regálate a ti mismo y a los demás una mejor forma de vida.
Manuela Ortega
Administradora/taxista
Habitante de la Av. Fuerzas Armadas
manuelaortega26@hotmail.com
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