Realmente estoy impresionado por el malestar general que ocasiona este virus en el cuerpo humano.
Luego de 59 años y un poco más de vida, no había padecido jamás un virus de esta dimensión. Luego de más de un mes de iniciar los malestares, aún padezco los fuertes dolores en las articulaciones, especialmente en las noches.
En el grupo familiar hemos invertido una buena cantidad de recursos en medicinas, pero el malestar no desaparece tan fácilmente.
Sin duda que para los venezolanos es una extraña enfermedad, y también puedo afirmar que está afectando considerablemente en el día a día de la gente en sus actividades económicas, educativas, deportivas y hasta sociales.
En lo que respecta a mi comunidad, me atrevo a afirmar que más de 80% de los vecinos la están padeciendo o ya sufrió esta enfermedad.
Donde estudian mis hijas hay ocho profesores de reposo por este virus.
Es lamentable que hasta esta fecha no se haya producido una fumigación casa por casa en La Morita de Cúa, ni al inicio ni en el transcurso de esta epidemia.
Pedimos que las autoridades se acerquen a esta comunidad para que evalúen la situación que vivimos en el sector ubicado en los Valles del Tuy.
José Saturnino González
Hab. Urb. La Morita, Cúa, Miranda
josesaturnino2011@hotmail.com
martes, 14 de octubre de 2014
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario