Adultos mayores

        El envejecimiento es una etapa de la vida inevitable e irreversible, en la que gradualmente ocurren cambios.
        Las canas, arrugas, el andar lento, son rasgos físicos característicos de la tercera edad, y llegar a esta etapa para algunas personas es algo que causa preocupación e incertidumbre.
        Cuando son oficialmente “jubiladas” el lugar de trabajo deja de ser un núcleo de socialización y desarrollo; en consecuencia, el tiempo libre se torna amplio, generándose abulia, depresión y soledad.
        Vivimos en sociedades occidentales las cuales son en esencia consumistas e individualistas, esto hace que a los adultos mayores se les considere un “lastre” al culminar su fase laboral, porque ya no son “productivos”. Lo antes expresado crea condiciones para que el envejecimiento sea visto por el imaginario colectivo a través de los lentes del rechazo y la segregación.
         Los pueblos originarios, por el contrario, mantienen otros códigos de convivencia social, donde el adulto mayor por su sabiduría se hace acreedor de estatus y reconocimiento dentro de estas comunidades.
         Un espacio donde los adultos mayores tienen la posibilidad de cohabitar son los llamados clubes de abuelos.
         Los adultos mayores no son un grupo social homogéneo, pues no todos envejecen de la misma manera ni tienen los mismos intereses y necesidades. Es una tarea perentoria, con muchas aristas, y para obtener resultados palpables se requiere niveles superlativos de educación, conciencia y participación colectiva.

Keyla Ramírez
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