Escoja bien a los candidatos a los consejos comunales

En la ciudad de Medellín Colombia, todavía una parte de la población humilde venera a Pablo Escobar jefe del Cartel de Medellín, organización que durante los años 80 controló la producción y tráfico de cocaína en el ámbito mundial y puso en jaque al estado colombiano.
En Medellín, Escobar construyo casas e instalaciones deportivas para gente pobre, financió tratamiento a los enfermos, dio empleo a los desocupados, comida a los niños hambrientos, ropa a los harapientos.
Todo lo que el Estado no había resuelto, él con dinero y voluntad los resolvió. Eficiente y eficaz era el hombre. Cuando hay un vacío, alguien lo ocupa y toma el control para bien o para mal.
¿Pero, qué buscaba al asumir el rol de benefactor? un eterno agradecimiento y lealtad.
La gente necesitaba alimentarse, vestirse, tener un lugar dónde vivir  y él se los daba. Pero a cambio creo  una red de informantes serviles, una ciudad entera para ocultarse y delinquir libremente. Pero también  apoyo popular.
Escobar formó un movimiento político y llego a ser diputado por el departamento de Antioquia al Congreso de Colombia, gran parte de esos votos los aporto la segunda ciudad más poblada de Colombia, Medellín.
Pero más allá de admirar su inteligencia y audacia, Pablo Escobar fue un delincuente y será recordada toda la historia por eso. Un tipo que directa o indirectamente desgració a muchas familias.
Si quería  ser el benefactor de su cuidad lo primero que ha debido hacer es dejar de producir y vender la química maldita de la droga y parar las tragedias humanas consecuencia de su consumo.
En Venezuela, la Ley de los Consejos Comunales artículo 15° numeral 5, indica que un requisito para ser vocero o vocera, es tener reconocida solvencia moral y honorabilidad. Pero en un barrio ¿quién en su sano juicio es capaz de pararse frente a un delincuente que se postula a un cargo de vocería e impedírselo? Pocos.
En la práctica, para salvar el pellejo y el de los suyos, lo que usted puede hacer vecino o vecina, es no votar por los delincuentes que se postulen. El voto es secreto, lo garantiza la Constitución y la Comisión Electoral que organice las elecciones comunales.
 No deje convertir su comunidad en una guarida de delincuentes, porque primero lo controlarán por las buenas y luego por miedo.  Vote solo por aquellos líderes que sean positivos para su comunidad, que aporten cosas buenas y que avancen. Si no ubica ninguno, postúlese usted y viva la experiencia de ser un líder comunitario el aprendizaje es enriquecedor.