Colas y más colas

Estamos viviendo entre colas, ya es una costumbre hacer cola para todo. Y lo peor, malo, feo, es hacer cola para comprar comida. Lo hice la semana pasada para comprar azúcar que vendían en un supermercado cerca de donde vivo.

Tuve que hacer otra cola al día siguiente para adquirir aceite, otra cola para comprar leche en polvo, pero esta vez la gente era muchísima. Cuando estamos dentro para cancelar, se formó un lío con dos mujeres, una le decía a la otra que se había coleado para pagar,  yo no sé cómo esas dos mujeres no se cayeron a golpes, tuvieron que agarrarlas, pero qué momento tan desagradable el que vivimos.

Otro día, cerca de las 6 pm, venía del centro y me bajé frente al supermercado; allí vendían jabón de lavar y de baño, entré y logré que me dieran una bolsa y tres paqueticos de jabón de baño. 

¿Qué pasó? ¿Por qué estamos viviendo así?  Cuando nos damos cuenta que están vendiendo productos hay que pegar la carrera, hacer la cola y ver si logramos alcanzar que nos den el producto. 

Es el mismo caso de Mercal, Pdval, Su Casa Bien Equipada las colas son espantosas, donde siempre está el vivo y el negociante que le saca provecho a todo esto. Para comprar cualquier cosa de la cesta básica es un problema, yo no sé si en el Gobierno se han dado cuenta de este problema.

En Los Próceres para adquirir los ingredientes de las hallacas, colas y más colas; en el Bicentenario de Plaza Venezuela para comprar un TV; colas y más colas para comprar un paquete de pañales para un bebé; colas y más colas para comprar un calmante porque hay tantos virus que nos estamos muriendo; colas y más colas para ir a un hospital o una clínica y no conseguimos la atención debida. Entonces, ¿quién podrá ayudarnos? Hay dinero para unas cosas que no valen la pena y para otras que se necesitan no hay. ¿Qué nos deparará 2015? Vivimos en un país tan rico, pero no sabemos qué tenemos o no tenemos.  

Isabel Báez de Escobar

Ama de casa

Habitante de 23 de Enero (DC)

ana09111@gmail.com