martes, 19 de junio de 2012

Calificas o no calificas


Es lamentable la situación del mercado laboral en la Venezuela de hoy. Resulta insólito que, para que una persona pueda ser contratada por un ente público, tiene que omitir en su síntesis curricular su grado universitario. ¿Por qué digo eso? Simple: si un profesional graduado lleva su currículo a un organismo del Estado es rebotado porque tiene muchos estudios; por ende, no califica.
Ahora, la situación cambia si el aspirante tiene suerte de que le reciban su hoja de vida, por lo que tiene la mitad de la lucha "ganada". El problema viene después cuando logra que lo llamen para una entrevista; esa experiencia es la peor que puede experimentar un profesional.
Muchos de quienes acuden a esas entrevistas laborales esperanzados en obtener un empleo digno y comenzar a ser carrera dentro de cualquier institución estatal se da un trancazo sin precedentes, cuando el entrevistador le suelta la siguiente perla: "Amigo/a, me parece que su currículo es excelente, pero tiene demasiado estudios y en los actuales momentos no tenemos una vacante que se adapte a su perfil". O si no, le dicen: "No calificas porque no tienes suficientes estudios". Entonces ¿En qué quedamos: tienes muchos estudios o careces de preparación?
El profesional, en vista de que su título universitario vale menos que una caja de detergente para los reclutadores de RRHH de los organismos estatales, opta por cambiar la estrategia y decide suprimir su condición de TSU o licenciado -dependiendo del caso- para ver si así logra entrar en la institución y tener el sustento diario tan necesario en los tiempos que corren con los altos niveles de inflación existentes.
A pesar del cambio de estrategia y las miles de vicisitudes que un profesional pasa cuando va en busca de un empleo para devolverle al país todo lo aprendido a través del sistema educativo público, no es posible porque un grupito de burócratas de visión corta impide el avance de la institucionalidad del Estado venezolano. Esa situación tan deplorable debe cambiar, ya basta con el maltrato hacia nuestros profesionales, ellos también tienen derecho a un empleo y una vida profesional plena.

Miriam Cuevas
Habitante de La Pastora
Internacionalista
mairimc27@yahoo.com

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