Honestidad/En UNa de Valores

Cuando hablamos de valores, siempre resaltamos los más comunes: respeto, tolerancia y solidaridad, pero muy pocas personas tienen la honestidad como un valor.
Se es honesto cuando vivimos conforme a lo que pensamos y sentimos, dando a cada quien lo que corresponde.
La honestidad está presente en todos y cada uno de nuestros actos: cuando cumplimos con nuestras obligaciones tanto personales como colectivas; por ejemplo, cuando somos estudiantes y hacemos nuestras tareas y trabajos escolares sin copiarnos de los compañeros; cuando al pagar por un bien o servicio y nos dan un vuelto de más, lo regresamos; cuando reconocemos nuestros errores ante los demás y no culpamos a otro para quedar bien; cuando nos comprometemos a realizar alguna acción o trabajo y la llevamos a feliz término aunque eso nos signifique hacer algunos sacrificios. Esto es honestidad.
Cuando por economizar adquirimos bienes de dudosa procedencia, actuamos de forma deshonesta ya que contribuimos indirectamente a que se cometa un delito. Cuando un empleador favorece a un trabajador por encima de otro por el simple hecho de la amistad o familiaridad, está actuando deshonestamente; cuando un docente no da sus clases de la mejor manera posible, está actuando deshonestamente; cuando una persona que tiene una posición de poder lo utiliza para su propio beneficio o para humillar y amedrentar en lugar de beneficiar a quienes lo colocaron en esa posición, está actuando deshonestamente.
Los padres, maestros, orientadores, jefes, gobernantes, etc., debemos ser honestos con quienes nos tienen como ejemplo y no hacer como dice el dicho "haz como yo digo y no como yo hago", porque al final la deshonestidad es una forma de corrupción.
Cuando estemos a punto de cometer un acto deshonesto, recordemos a Pinocho, que le crecía la nariz cada vez que decía una mentira. ¡Seamos honestos!
"El hombre honesto no teme la luz ni la oscuridad":
Thomas Fuller

Irina Arráiz León
Comerciante de El Hatillo
polarico2011@gmail.com