¿Conoces tu temperamento?

El temperamento es la medida de humor y motivación que refleja el ser humano en su entorno cotidiano; éste define la personalidad del individuo.
Muchos estudiosos piensan que las personas podemos modificar nuestro carácter, pero el temperamento es algo que ya está determinado, por ende, es considerado genético.
Existen 4 tipos de temperamentos, a saber:
Sanguíneo: son gente alegre, los bochincheros de las fiestas o de cualquier otra reunión, los simpáticos, los chistosos, son los que se ubican siempre delante del telón, no sufren de miedo escénico, son populares, les gusta la gente y no la soledad; pero suelen ser desordenados, hablan antes de pensar y toman decisiones impulsadas por sentimientos.
Colérico: son personas prácticas, autosuficientes, independientes, son de firmes opiniones pero son de mal carácter, cualquier cosa los irrita, son tercos y testarudos, dominantes, manipuladores y hacen lo que quieren.
Melancólico: son personas muy inteligentes, fieles, buenos amigos, autodisciplinados, talentosos y perfeccionistas; pero son muy sensibles, por cualquier cosa se entristecen, deprimen y lloran con mucha facilidad, son criticones, pesimistas, egocéntricos y rígidos.
Flemático: son personas de buen corazón, compasivas, tranquilas, equilibrados, respetuosos y casi nunca se enfadan; pero son lentos en todo lo que hacen, son apáticos, ociosos, les falta empuje y ambición, son avaros, indecisos y temerosos.
Toda persona tiene mezclas de dos temperamentos predominantes, uno fuerte (sanguíneo o colérico) acompañado con otro suave (melancólico ó flemático).
Ningún temperamento es más ventajoso que otro, todos tienen sus virtudes y sus defectos, los cuales se pueden educar y mejorar dependiendo de cómo la persona lo maneje, a fin de sacarle provecho.
Conozca su personalidad, las de sus familiares y amigos, para así comprendernos cada día mejor.
Alexander Bello
Contador Público
Habitante de La Tahona
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