El amor está siempre en el pincel de los pintores, en el cincel de los grandes escultores, en la musa de los poetas y en el pensamiento y la pluma de los grandes genios.
El amor es un fuego que enciende sus primeras llamas en el rincón más profundo y más secreto del corazón, con una chispa que viene de otro corazón; luego brilla y produce una que calienta las vidas de millones de hombres y mujeres que han estado deseando sentir ese calor.
El amor es vida. Sin amor ninguna vida puede subsistir ni progresar. Sin amor se pierde el deseo de vivir.
El poder más grande del universo es el amor. Gracias a él, dos personas diferentes se unen, se soportan, procuran el bien común, dando todo por el bienestar y la felicidad del ser amado.
El amor hace liviana la carga más pesada, fácil la tarea más difícil, fascinante lo más tedioso, posible lo imposible e interesante lo aburrido.
El sabio Salomón, hablando del amor dijo: “Porque fuerte es como la muerte el amor; sus brasas, brasas de fuego, fuerte llama. Las muchas aguas no podrán apagar el amor, ni lo apagarán los ríos”.
Tres tipos de amor encontramos en el mundo: Amor eros, amor philia y el amor ágape.
Eros: Es el amor que busca expresión sexual. Es el amor romántico. Está estimulado por las estructuras biológicas de la naturaleza humana. Todo hombre y mujer unidos en matrimonio normal buscarán amarse en este sentido.
Philia: Es el amor que surge de la amistad, del compañerismo, de la comunicación y de la cooperación que se da mutuamente entre dos personas o grupos de personas.
Ágape: Es el amor que se da a sí mismo, sin esperar nada a cambio. Ágape es algo que hacemos a favor de otra persona. Es el amor que habla de un compromiso total, incondicional y voluntariamente contraído.
El amor verdadero Incluye dedicación. El amor requiere la muerte del egoísmo. Se caracteriza por una entrega permanente.
El amor verdadero es incondicional.
José Luis Rodríguez
Director de escuela
Hab. parroquia Altagracia
j77_rodriguez@hotmail.com
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