domingo, 1 de febrero de 2015

Más que espacios de esparcimiento

Hay situaciones que difícilmente pueden dejarse pasar por alto. Soy crítico, como cualquier profesional, y no dejo de quejarme de algunas irresponsabilidades que empañan las gestiones.

Como todo ciudadano, tengo el deber de pagar mis tributos municipales, tal como me corresponden, pero también tenemos el derecho de exigir que esos recursos sean bien invertidos. 

Entonces, es aquí donde surgen mis dudas: ¿quién me puede explicar cómo un alcalde puede decir en un mensaje trasmitido por televisión que cerrará la plaza Diego Ibarra y el bulevar del Cementerio porque se les van hacer refracciones, van a reparar ambos lugares de esparcimiento? ¿Cuánto tienen de inaugurados? ¿Cinco o seis años? 

También me pregunto: ¿cuánto tiempo tienen reparando la transversal que se encuentra entre la calle Argentina y calle Colombia a la salida del Metro de Plaza Sucre, en Catia? ¿El alcalde sabe cuánto tiempo tienen reparando solo esa vía?

¿Qué pasó con el proyecto de La Casa del Obrero, ubicada en Propatria y su bulevar de Catia? ¿Qué pasó con la Universidad de Catia? ¿Por qué no se pueden invertir esos recursos en vialidad o transporte para los habitantes de Nuevo Horizonte o de El Limón? Bien abandonados están de cualquier ente o institución gubernamental. Caracas no solo es el centro y 23 de Enero.

El alcalde debe convocar a una mesa de trabajo popular para que debatamos cuáles son las zonas populares del municipio Libertador con más problemas. 

Las necesidades no solo son espacios de esparcimiento, sino también educación, salud, seguridad y vialidad, entre muchas más. 



Yulfred González 

Correo: yulfred70@gmail.com

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